A fuego lento es un blog de gastronomía que nace, sin que ninguna señal en el cielo lo haya anunciado, en Buenos Aires el 01 de junio del 2015.
Los fundadores de estas páginas se interesan por los restaurantes, bares, mercados, bodegas, recetas, libros, viajes, cocineros, lugares, ferias, cine, eventos y cualquier otra cosa que tenga una historia que contar y que esté vinculada con el ñaca-ñaca, los placeres de la bebida y el goce de la vida.
Hay personas que cuando se trata de construir un puente se detienen en la orilla y miran correr el rio. Algunas veces comentan sobre los defectos de la corriente, la fuerza de las aguas o los reflejos que producen las peces. Nosotros estaremos mojados, adentro del agua, intentando –como Alec Guinness en el Puente sobre el Río Kwai- construir de la mejor forma posible. Junto a todos los que aportan su esfuerzo e inteligencia para mejorar. Porque en los tiempos que corren reconforta ver que las cosas hechas con corazón y cabeza tienen su justa recompensa.

Christian Sala
Capitan de navio
Nací en la Capital Federal hace poco más de cuatro décadas y soy cocinero, fotógrafo, consultor, viajero por profesión y turista accidental por vocación. He vivido y trabajado en cocinas de lugares rutinarios y en otros increíbles o meramente improbables. Me gusta compartir lo que hago y por eso saco fotos, charlo con mis amigos en largas sobremesas y algunas veces escribo. Para dejar constancia de lo que me gusta y también para saber dónde estoy parado, porque las cosas cambian. Quizás no hoy pero tal vez mañana, o quizás pasado.

Pancho Ramos
General renegado
Nací en La Plata en el siglo pasado y viví, desde 1976 hasta mediados del 92, en Madrid. Recién llegado a esa ciudad descubrí, de la mano de un amigo, las sutiles diferencias entre las diferentes variedades de pescados de roca: arañas, cepolas, cabrachos, gallinetas, rapes… Una lección inolvidable y el inicio de una pasión no siempre correspondida: amigos y gastronomía.
No soy un foodie, tampoco un profesional. Sólo un cenador, viajado y con años de oficio.

Perro Borgia
Desertor empedernido
Cocinero amateur. Capaz de complicar el proceso más simple ante la promesa de un resultado mejor. Mi masamadre tiene edad suficiente como para ir al jardín de infantes. Tengo una relación intensa con mi roner. Mi compulsión a comprar implementos me hace el feliz poseedor de un Searzall. Soy un hinchapelotas de la comida.