No puede ser más sencillo

Chiles & Salsa de pescado
Chiles con sus semillas y esa salsa de pescado tan característica del sudeste asiático que puede encontrarse en muchos comercios de Baires. Como estaba con ganas de trabajar le añadí el jugo de dos limas y una cucharadita de azúcar mascabo.
A los tres días se puede empezar a consumir y el fermentado de la salsa impedirá, por muchísimo tiempo, que los chiles se echen a perder. El punch del picante y el mordiente del aro servirán para añadir como extra a muchos platos o como refuerzo individual a una porción de uno de ellos; evitando las clásicas discusiones que son motivadas por las diferentes tolerancias a la capsaicina.
Dicen que estas salsas de pescado convierten en oro todo lo que tocan y debe ser verdad porque el sabor es puro umami.

Pancho Ramos

Nací en La Plata en el siglo pasado y viví, desde 1976 hasta mediados del 92, en Madrid. Recién llegado a esa ciudad descubrí, de la mano de un amigo, las sutiles diferencias entre las diferentes variedades de pescados de roca: arañas, cepolas, cabrachos, gallinetas, rapes… Una lección inolvidable y el inicio de una pasión no siempre correspondida: amigos y gastronomía. No soy un foodie, tampoco un profesional. Sólo un cenador, viajado y con años de oficio.
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