Muy buen arroz Formosa de Pampa Rice

Un arroz estacionado por 24 meses
Hernán Gipponi le proporcionó fama en las páginas de su libro sobre arroces, pero hace tiempo que faltaba en el mercado local. Seguirá ausente porque Emilio Garip, un apasionado del producto de calidad, ha comprado la casi totalidad de lo poco que quedaba en manos del productor.
De color ligeramente opaco por el tiempo y con un pulido cuidadoso que no busca resaltar el blanco. El estacionamiento de 24 meses aumenta la capacidad de absorción, el volumen y disminuye la posibilidad de rotura del grano durante la cocción.

Lo utilice el domingo en pésimas condiciones y sobrevivió al castigo con mucha dignidad. El lunes me propuse someterlo a una prueba de fuego y cociné al mediodía un arroz con costillitas de pechito de cerdo y unos alcauciles. Doble porción. Una la guarde para la noche y la otra me la manduque. Buenísimo. A la noche me propuse comer la otra porción recalentándola en el microondas. Me quedaba un pedazo de una sabrosa nduja que me había obsequiado Odino y la mezcle con el arroz. Tremendo, casi como si lo hubiera hecho recién. Ahora me toca arrodillarme delante de Garip para que me ceda unas bolsas o pedirle a la gente de Pampa Rice que busque algunas bolsitas que estén perdidas por ahí. Si las consigo las compartiré, no tiene nada que envidiar a esos supuestos bombas que dan vueltas por aquí.

Pancho Ramos

Nací en La Plata en el siglo pasado y viví, desde 1976 hasta mediados del 92, en Madrid. Recién llegado a esa ciudad descubrí, de la mano de un amigo, las sutiles diferencias entre las diferentes variedades de pescados de roca: arañas, cepolas, cabrachos, gallinetas, rapes… Una lección inolvidable y el inicio de una pasión no siempre correspondida: amigos y gastronomía. No soy un foodie, tampoco un profesional. Sólo un cenador, viajado y con años de oficio.
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